El hombre, de 41 años, había sido condenado a 3 años y 3 meses de prisión por un robo.
Un hombre de 41 años que había sido condenado por cometer un robo y gozaba de arresto domiciliario fue trasladado a la cárcel luego de que en las últimas horas rompiera la pulsera electrónica desde la cual se monitoreaban sus movimientos.
La orden de realizar la captura y el alojamiento en el penal de Batán fue dispuesta por el juez de Ejecución Penal, Juan Galarreta. El operativo, en tanto, lo llevaron a cabo efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local, en una vivienda de Vuelta de Obligado al 6100.
Conforme trascendió, el delincuente había sido condenado a la pena de 3 años y 3 meses de prisión por un robo. En las últimas horas, mientras gozaba de arresto domiciliario, el hombre comenzó a hostigar a sus familiares y a amenazarlos de muerte. En ese marco, según reconstruyeron las fuentes consultadas por LA CAPITAL, fue que rompió la pulsera electrónica desde la cual era controlado por el personal del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Por eso, el juez Galarreta ordenó su inmediata detención, y personal de la DDI la cumplimentó en su domicilio. Posteriormente, el recluso quedó alojado en la Unidad Penal de Batán.